“Dolor, crisis y la cuestión social de los Terremotos de Haití y Chile del año 2010”




LA POLIFONIA DEL MUNDO REAL; CONSTRUCTO DESDE EL TRABAJO SOCIAL.

“Dolor, crisis y la cuestión social de los Terremotos de Haití y Chile del año 2010”



















T.S Sebastián Hernán Maldonado Vivar



PRESENTACIÓN:



Pertenezco a un país en el confín del mundo llamado Chile. Una extensa franja de territorio, que abarca desde el desierto más árido del planeta tierra, hasta el sur más lejano  en la Patagonia y que va de mar a cordillera.

La diversidad territorial las diferencias sociales, las inequidades registrada en mi experiencia de vida, tanto en  mi república como en el extranjero, fue  lo que me motivo  a estudiar la profesión de Trabajo Social. Las políticas sociales poco eficientes, la realidad latinoamericana, la falta de derechos básicos, como la protección a la vida, son la bandera motivacional a la hora de hablar de mi decisión de estudiar Trabajo Social.

Con esa visión de las desigualdades humanas y la falta de oportunidades en ciertos segmentos sociales, es que realicé un diplomado que lleva por título LA HUMANIZACIÓN  Y SALUD; CUIDADO PSICOESPIRITUAL Y EQUIPOS DE SALUD, orientados básicamente a la intervención y trabajo multidisciplinario en situaciones de emergencia, hecho que fue determinante para asistir a mis compatriotas en uno de los terremotos y posterior tsunami más grandes de la historia del mundo, ocurrido en Chile el 27 de febrero de 2010 y registro 8,8 puntos en la escala de Richter.

Un vez terminada mi misión en la catástrofe, que hasta el día de hoy tiene repercusiones económicas para muchos chilenos, mi motivación se orientó en la focalización de ayuda humanitaria en Haití, luego del terremoto en la ciudad de Puerto Príncipe, ocurrido el 12 de enero de 2010 y que alcanzó los 7.0 grados en la escala Richter con epicentro a 15 kilómetros de la ciudad de Puerto Príncipe.

Si bien el citado movimiento telúrico fue inferior al mega evento ocurrido en Chile, la devastación en la capital de Haití fue más devastadora, pues la capacidad de reacción política, económica y de emergencia fue lenta (debido a la ubicación geográfica, la carencia tecnológica y las cualidades propias de un pías del llamado tercer mundo) y aún así nada funcionó en una sociedad segregada  y que registra el triste record de ser uno de los países  que está  en la lista de los más pobres del mundo. 

En este contexto, desde inicios de 2011, formo parte activa de la ONG SOS Disasters Relief Services, organización católica que interviene socialmente en los desastres en diferentes países. En la actualidad, imparto clases de español a la población haitiana,  ocupando el cargo de director del programa de lengua española para la entidad, de tal forma de entregar cultura e incrementar las oportunidades laborales para los alumnos del programa.



LEYENDO LA VIDA…



Si iniciamos ésta experiencia con la hipótesis de “desde que nacemos sufrimos”, no estaríamos muy lejanos a ésta realidad, lo podemos fundamentar al escuchar las historias de nuestras MADRES – “como sufrieron el día de nuestro parto”. Después aprendemos a caminar y a los segundos ya nos caemos, más de alguno recordará esos fuertes “rasmillones” en las rodillas después de haber hecho varios intentos por alcanzar el anhelado “oh! dio su primer paso” esperado por toda una familia.

Citando a Murray Parkes [1] el diría que el dolor forma parte de la vida exactamente como la alegría del amor; tal vez es el precio que pagamos por el amor, el costo de la implicación – Prácticamente, quien elige amar, elige sufrir.

 Es por ello que no quiero que se interprete la exposición con los llamados “negativismos o sentimentalismos”, sólo a modo de ejemplo intentaré asociar al ser humano encarnado en él dolor mismo y su crecimiento en medio de éste.

            En la actualidad nos vemos impactados por fuertes situaciones de dolor a nivel mundial, basta con encender la televisión y mirar “el hambre de Somalia” , “las Guerras en Irak”, “terremotos”, “inundaciones”, “conflictos sociales”,  “humillaciones”, “derechos humanos” y así podría seguir enumerando, pero a modo de contextualizar vivimos en la sociedad del “problema”, de la “catástrofe”.

Como chilenos nos vimos enfrentados a situaciones muy difíciles el pasado 27 de Febrero del año 2010, donde fuimos protagonistas  como literalmente un Paí entero se destruía frente a los embates de uno de los terremotos más grandes de la historia. Un mes antes el 12 de Enero del mismo año como sociedad mundial, nos estremecía ver el impacto de un terremoto en Haití, los miles de muertos que éste había dejado en uno de los países más pobres de la región.

           







El Mundo está cambiando:



“Yo siento que el mundo está cambiando, estamos teniendo ésa parte negativa – no que el mundo se va a acabar- y a demás en la Tv todos hablan cosas del fin del mundo, esto cambia es evidente, pero la gente cambia”

(Chilena,  casada, 32 años)



Está claro que si la población sigue aumentando en las zonas de alto riesgo y los bosques siguen desapareciendo, hay pocos motivos para ser optimistas. Por si fuera poco, muchos países industrializados continúan liberando a la atmósfera más gases de efecto invernadero que nunca antes.[2]

Radiografía del mundo real:

En 2010, las zonas urbanas de los países de bajos y medianos ingresos tenían 2.500 millones de habitantes, lo que equivale aproximadamente a la población total del mundo en 1950. Se considera que África es esencialmente rural. Sin embargo, su población urbana excede hoy con creces la de América del Norte. Las ciudades más grandes del mundo se encuentran, en su mayoría, en los países de bajos y medianos ingresos, lo que no tiene precedentes puesto que hasta ahora la mayoría de las grandes ciudades se situaban en los países más ricos. Aunque se carece de cifras precisas, de acuerdo a una visión general de las estimaciones de las Naciones Unidas, cerca de 1.000 millones de habitantes urbanos viven en viviendas hacinadas de mala calidad en barrios marginales o asentamientos informales y en 2020 esta cifra podría llegar a 1.400 millones a menos que los gobiernos y las organizaciones internacionales logren adoptar medidas financieras más satisfactorias para mejorar las viviendas de los grupos de bajos ingresos.[3]



Si las bases de datos nacionales e internacionales sobre desastres facilitasen información más precisa y completa de los efectos que entrañan para las ciudades, las tendencias observadas confirmarían la idea de que los riesgos vinculados a los desastres aumentan en las ciudades mal gobernadas y disminuyen en las ciudades bien gobernadas. Asimismo mostrarían que muchas autoridades municipales incrementan los riesgos ligados a los desastres, pues ignoran a la población que vive en los asentamientos informales o arrasan esos barrios destruyendo así la vivienda, los bienes y los medios de subsistencia de decenas de miles de personas sin ofrecerles siquiera una solución alternativa.[4]



Chile, Región del Maule, Parral:

27 de Febrero 3:34 a.m



El terremoto acaecido en nuestro país el 27 de febrero del 2010, es considerado uno de los más grandes de la historia, no sólo por los 8,9 grados en la Escala de Richter, y de 9 grados  en la Escala de Mercalli sino por la duración de casi dos minutos, y su larga extensión, abarcando desde Illapel al norte de chile hasta la ciudad de Puerto Montt al sur de nuestro país. Este sismo provocó en nuestro país, una inmensa cantidad de derrumbes, demoliciones, destrucciones de muchas casas, más de 400 muertos, pérdida total y parcial de muchas estructuras, colegios, hospitales, edificios públicos, entre otros.





EL rescate de los discursos tras el terremoto de Chile:

Fuente:

 Transformación de las relaciones interpersonales a nivel comunitario y familiar de las mujeres del sector de Buenos Aires, comuna de Parral, post terremoto” - “33 Mujeres; Historias de una transformación”

AUTORES:  TS. Jasmín Andrea Ríos Pizarro.  TS. Paola Alejandra Garrido Espinoza. TS.  Sebastián Hernán Maldonado Vivar.  TS. Matdyel Nayadett González Mendoza. DICIEMBRE 2010



Algunos interesantes saberes

El sentido de vivir juntos, el ser comunidad:

“La solidaridad favoreció el inicio de la normalidad”

“La ayuda mutua generada”

“El intercambio generoso de bienes y provisiones para abastecer a la población más afectada”

“La organización de grupos de vigilancia”

“Le Fe como elemento de superación del trauma asociado al terremoto”

“La esperanza de que todos unidos podrían salir adelante”



Las mujeres concluyeron que:

“De acuerdo a este nivel, el análisis que se extrae de los discursos de estas mujeres, es que existe una tendencia de homogeneización a nivel de las pérdidas materiales que vivenciaron tras el terremoto, algo que en fechas anteriores al suceso no ocurría, y que incluso generaba competencia y prejuicios en las mujeres del sector. Se observa que actualmente el “Nosotras” cobra mayor valor en este contexto, ya que se genera una identidad común vinculada a las necesidades que deben ser satisfechas, elaborando un objetivo mancomunado de superación. Analizando a través de la teoría Ecológica; puede explicar esta necesidad de acoplamiento de los sistemas (desde la familia a la comunidad) fortaleciendo no solo las relaciones, sino el deseo de superación por el bien colectivo. Éste es el primer indicio detectado que hace referencia a la necesidad de agruparse, pasos preliminares para la asociatividad”



Razonando…



            Dentro del marco de la catástrofe chilena; si bien, se rescatan los principios de solidaridad y vida comunitaria antes expuestos, es necesario tocar la fibra del tejido social, el verdadero terremoto, como lo titula Ricardo Candia en su columna de Internet: Terremoto social, han dicho con profusión y certeza muchos por distintos medios. Da la impresión que no sólo libera energía la placa de Nazca y su eterno enfrentamiento con la Sudamericana, sino que los ganadores de siempre enfrentados con los siempre perdedores. Por la vía del muy democrático sentido del resentimiento” [5]

Así citando nuevamente a éste chileno, a la chilena decimos “Que hemos salido de situaciones peores, no le pone ni le quita. La buena onda y la esperanza incluida en esa afirmación, esconde también una especie de fatalismo superior. La aceptación de lo que venga, total, como somos duros de cabeza, lo superaremos.”[6]







Haití, Región metropolitana de Port au Prince:

12 de Enero, 16:53 pm.



El terremoto de Haití de 2010 fue registrado según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sísmo habría tenido una magnitud de 7,0 grados y se habría generado a una profundidad de 10 kilómetros..
Los efectos causados sobre este país, el más pobre de América Latina han sido devastadores. Los cuerpos recuperados a 25 de enero superan los 150.000, calculándose que el número de muertos podría llegar a los 200.000 También habría producido más de 250.000 heridos y dejado sin hogar a un millón de personas. Se considera una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia.[7]



Algunas pinceladas contextuales:

Seguridad:

Las condiciones de seguridad para la población son extremadamente precarias. Los ciudadanos están totalmente desprotegidos y son victimizados por bandas criminales que operan con total impunidad, tanto en áreas rurales como urbanas. En gran parte de las zonas rurales de Haití, la inexistencia de presencia estatal es llenada por caciques locales que apoyados por antisociales –muchas veces soldados del desmovilizado ejército y policías dados de baja– se han convertido en las autoridades de facto. En las ciudades, en tanto, miembros del crimen organizado, en particular bandas vinculadas al narcotráfico, controlan diversas zonas sin que intervenga la débil y corrupta policía. Esta situación se ve agravada por una severa crisis económica caracterizada por una enorme cesantía y desabastecimiento alimenticio en donde la población desesperada ve en el crimen la única posibilidad de protección y ascenso social (HRW 2005; BBC 2005a; Keen 1998).



MINUSTA H

(Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTA H).

Esta última intervino para poner orden a la caótica situación del país y ayudó a restaurar un semblante de orden al país. Aún así, y a pesar de la presencia de una Fuerza multilateral de paz compuesta por un contingente importante de soldados y policías, el Estado de Haití continúa siendo crítico.

Organizaciones de derechos humanos indican que asesinatos con motivación política, detenciones arbitrarias, secuestros, ejecuciones extrajudiciales, asesinatos de civiles, violación, amenazas y extorsión son perpetrados con regularidad por agentes del Estado y miembros de grupos armados no estatales que operan con total impunidad. Periodistas, activistas de derechos humanos, trabajadores de organizaciones humanitarias e incluso cascos azules de la ONU han sido víctimas de la violencia (HRW 2007).



Migración:

Las abismales condiciones de seguridad y la ausencia de perspectivas económicas para la población han provocado fuertes presiones migratorias. La mayoría de la diáspora  haitiana se encuentra en República Dominicana; existen otras comunidades importantes en Estados Unidos (en Florida) y en Canadá (Québec). Esta migración está compuesta tanto por víctimas de desplazamiento forzado producto de la violencia, como de migrantes económicos[8]



Desastres Naturales:

Los desastres naturales que afectan el país no sólo perjudican la precaria infraestructura, sino que a raíz de la erosión del suelo y la deforestación, tienden arrasar hectáreas de cultivos y a provocar devastadoras inundaciones (Médicos Sin Fronteras 2004). Por su ubicación en zonas tropicales y por las condiciones del medio ambiente degradado, Haití es uno de los países más propensos a sufrir desastres naturales.   Históricamente   ha recibido los embates de fuertes terremotos y   tormentas,   que deja al descubierto las   grandes situaciones de   vulnerabilidad   en la que se ha sumido   por   más de 200 años.
(Unicef 2010)



El concepto  de vivienda -  hogar



Es necesario considerar más detenidamente la función que desempeña la vivienda en las zonas urbanas para los grupos de bajos ingresos, tales como los cientos de miles de habitantes de tugurios que en Haití se quedaron sin techo tras el terremoto del pasado mes de enero. El valor y la importancia de la vivienda para esos grupos exceden con creces el valor monetario. Lo que para muchos del exterior no es más que una choza construida en gran parte con materiales improvisados es, en realidad, el hogar con todo lo que ello representa en materia de seguridad y privacidad para la familia y la vida social, y es la defensa principal para los que viven allí contra la mayoría de los riesgos sanitarios vinculados al medio ambiente. Constituye también a veces el lugar de trabajo para algunos miembros del hogar y a menudo representa el bien más valioso.[9]

















Algunas críticas y demás cuestiones:



Vivir momentos difíciles, internarse en la desesperanza, la soledad, la hambruna, las injusticias y el abandono, es la dinámica haitiana. He de saber que todo cuanto la retina absorba, será el indicador absoluto para cuantificar que consecuencias trae la absurda repartición de la riqueza.

En síntesis "los hijos del horror". Para muchos una realidad lejana, para otros un lamento ajeno, para quien lo vive, "la pobreza intrínseca del ser humano". Sería necesario realizar toda una apología del cuestionamiento vital que arroja la frase SER HUMANO. Quizás bastaría cerrar los ojos para que el horror desaparezca de la retina, pero la ignorancia brutal de quienes tienen hambre no permite avizorar el futuro, pues con algo de suerte pueden vivir el presente. La agonía es más potente día a día, si se considera que a pocos importa, pues está lejano, imperceptible y por cierto y para otros EL MAL OLOR DE LA POBREZA DA ASCO, ENTONCES MIRAN HACIA OTRO LADO.

Una mujer que hace pan con barro, harina, cartón y fuego… una absurda consecuencia de la pobreza o una fusión de amor?.. pues cuando el hambre mata, algo sólido mitiga en parte el dolor que se siente cuando los jugos gástricos dañan el estómago, las entrañas y destruyen una vida. Los "llamados pobres", son quienes están más cerca de la verdadera humanidad, esa que no tiene números, que no es cifra en la Bolsa de Valores de ningún Estado, pero que en su estado natural, es más riqueza que la mezquindad de los otros.











EL TRABAJO SOCIAL EMERGENTE Y RESPONSABLE



La formación polifónica en las emergencias y catástrofes debe considerar:

Una formación de carácter interdisciplinario, que incorpore elementos teóricos e instrumentos metodológicos destinados a comprender,  examinar y analizar diversos problemas en la era de la globalización.

El mejoramiento de las personas que viven en situación de vulnerabilidad, a través de equipos multidisciplinarios y diferentes actores sociales, políticos y económicos en el nivel de funcionarios de gobierno, diplomáticos y autoridades.

La Cultura Contemporánea, es necesario entender cómo hará la cultura “americana”, que insiste en el bien de consumo y en la impersonalidad, para rescatar el verdadero sentido del ser social, en tratar de buscar, a través del entendimiento individual y colectivo, el verdadero sentido de las cualidades de persona que nos hacen ser prioritarios en la búsqueda de soluciones específicas para problemas específicos, cómo son las hambruna, el desarraigo social, la cultura de la tristeza, de la soledad, del abandono y dejar de ser prioritariamente un consumidor, consumiendo en sí lo único que es importante de rescatar que no es más que el valor de la vida.

En este ensayo, es mi deseo destacar mis aspiraciones profesionales, que son el tener el conocimiento vital de la problemática del hombre en sus diferentes niveles,  pues a través del conocimiento teórico y práctico del objeto de estudio, nos ayudará técnicamente a establecer los vínculos reales desde la perspectiva del ser social, en la forma y en el fondo; situación primordial, para lograr delimitar los parámetros de acción para beneficio de quienes poco tienen o de quienes sobreviven en un mundo de vivos. Mitigar el dolor desde una intervención que rescate los discursos humanos, sociales, personales.



Oportunidad Para el Trabajo Social

Organismos internacionales a través del Informe Mundial sobre Desastres de este año pone gran énfasis en el apoyo a las iniciativas comunitarias porque en casi todos los países de bajos y medianos ingresos es la única manera de atender a las necesidades de los que están más expuestos a los desastres y de tener en cuenta sus prioridades. A menudo las grandes organizaciones de ayuda al desarrollo no saben cómo apoyar a las organizaciones comunitarias, con las que en realidad mantienen pocos contactos.



LA PROPUESTA


“Honestamente en contextos de extrema emergencia no existe una propuesta única, -una receta mágica- a raíz de la propia experiencia personal se puede mencionar que una de las mejores respuestas ante éstas cuestiones nacen desde la propia sociedad y la creatividad y esperanza que tengamos para enfrentar ésta”
  El Autor









[1] C.M Parkes, op cit, P 19
[2]  Informe mundial sobre desastres 2005, la federación Internacional de las sociedades de la Cruz roja y de la media Luna Roja.
[3] Informe mundial sobre desastres 2010, la federación Internacional de las sociedades de la Cruz roja y de la media Luna Roja. Página 8.
[4] Informe mundial sobre desastres 2010, la federación Internacional de las sociedades de la Cruz roja y de la media Luna Roja. Página 8
[7] Recopilación personal a raíz de revisión de fuente bibliográfica.
[8] Haití: Tribulaciones de un estado colapsado, Feldmann-Montes 2008. Ediciones PUC.


[9] Informe mundial sobre desastres 2010, la federación Internacional de las sociedades de la Cruz roja y de la media Luna Roja. Página 9

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